Se puede decir que el ragtime es la primera música negra en conseguir una gran popularidad. Su éxito fue tal que salió de las fronteras estadounidenses ya en su inicio para ser aplaudido en Europa y recogido y elaborado por los mejores compositores clásicos como C. Debussy, Igor Stravinsky, Erik Satie o P. Hindemith.
El ragtime clásico, que se desarrolla desde
La música sincopada de baile era una forma de entretenimiento muy común en las comunidades negras con anterioridad a 1900. La música de sus celebraciones y fiestas, que a menudo tenían lugar en graneros, era interpretada en principio con instrumentos como el banjo, el violín, el pífano y una amplia variedad de instrumentos primitivos de percusión. Después, la guitarra sustituiría al banjo apareciendo también en la misma época el acordeón.
Blind Blake (1893-1933), en esta grabación de 1927, nos muestra uno de estos rags bailables. La estructura de este Southern Rag no va más allá de una sucesión de frases de ocho compases. Más curiosas son las indicaciones habladas que va haciendo por encima de la música el propio Blind Blake. Estas indicaciones hacen referencia a pasos de baile (“Now we gonna do the Down-town. We call it the Geechie Down” o "Now I'm gonna do some music they call the Geechie Music now").
Única fotografía conocida de Blind Blake, 1927.
Blind Blake era uno de los muchos músicos profesionales (de blues, rags o folk) impedidos de la época. En las grabaciones de los años viente y treinta es habitual encontrarse con músicos ciegos como el propio Blake o “Blind Boy” Fuller, “Blind” Gary, “Blind” Sonny Ferry, “Blind Lemon” Jefferson o tullidos como “Brownie” McGhee. La música era su natural recurso de subsistencia.
Como instrumentista, Blind Blake era considerado “el rey de la guitarra ragtime” por el desarrollo que hizo del estilo piedmont. Este estilo, hoy llamado fingerpicking, consiste en llevar en líneas separadas las notas bajas de las melódicas, tocando para ello sin púa, en una imitación del sonido característico del ragtime de piano.
Blake tuvo que dejar su Florida natal para instalarse en los años veinte en Chicago, en donde haría sus grabaciones para Paramount Records (1926-1932, contribuyó a salvar a la compañía de la bancarrota) y escribiría frases de blues épicas:
Because wild women live in Detroit,
that's all I want to see.
Wild woman and bad whiskey
will make a fool out of me.
Detroit Bound Blues
Se cree que su afición a la bebida le provocó una prematura muerte a los cuarenta años de edad.